La fauna de mi casa (III): Lara

Esta es una de las fotos más antiguas que tengo de ella, ¡con un pañuelo mío!

Esta es una de las fotos más antiguas que tengo de ella, ¡con un pañuelo mío!

Cuando conocí a mi marido, Audrey y Purru ya formaban parte de mi vida, aunque ellas lo aceptaron enseguida, ¡se dieron cuenta de que era mi media naranja! Él, por su parte, también aportó su granito de arena a nuestra familia: Lara.

Lara es una guapísima galga cruzada. Como decimos nosotros, su madre era galga y su padre un golfo. 😉 Tiene unos ojazos muy expresivos y es cariñosa como ella sola, aunque a veces un poco brutota. Le encanta jugar con las naranjas y salir de paseo al parque.

Mi marido adoptó a Lara hace ya unos cinco años, cuando una señora pasó comentando que habían abandonado a una galga con sus crías y las traía todas en una caja. Era diminuta como un hámster y, mientras sus hermanitos se movían un montón, ella se quedó quieta, levantó la vista y le miró. ¡Quién podría resistirse! En principio se comprometió a ser su padre de acogida, pero se enamoró enseguida de ella y decidió quedársela.

Yo llegué a su vida unos dos años más tarde, y cuando llevábamos una semana saliendo juntos le pedí conocer a Lara. Quedamos en el parque más grande de la ciudad. Yo iría en mi bicicleta y él llevaría a Larita en su coche.

IMG_20120608_094513Llegué temprano, pensando en las ganas que tenía de conocerla: la había visto en fotos y era una auténtica monada. Aunque he de confesar que también estaba bastante nerviosa: imaginad que no le caigo bien a la perra, ¿qué futuro habría tenido en ese caso con el que ahora es mi marido? Habría sido muy complicado… En estas cavilaciones andaba yo cuando llegaron ellos al parque. En realidad, a la primera que vi fue a Lara, que se acercó corriendo a mí. Solté a toda prisa la bicicleta, hice el gesto de saludarla (intentando causar una buena impresión a su orgulloso dueño) y de pronto, ¡se puso panza arriba para que yo le rascara la tripa! Quedamos todos sorprendidos, porque nunca había hecho eso con nadie. ¡Lo nuestro fue un amor a primera vista!

IMG_20120607_105612Desde entonces, somos amigas inseparables, nos encanta estar juntas. Poco después de ese primer encuentro (nos habríamos visto ya cuatro o cinco veces), se escapó de casa de mi suegra y nos llevamos un disgustazo. Yo estaba empeñada en que nos echaba de menos y había ido a buscarnos, ¡y tuve razón! Apareció unas horas más tarde a mitad de camino entre la casa de mi suegra y mi piso de entonces. Habíamos pasado todo ese tiempo buscándola, pegando carteles, peinando los dos barrios… Cuando apareció, además de una inmensa alegría, sentimos el convencimiento de que nosotros éramos un equipo, una familia. No hemos vuelto a separarnos: poco después empezamos a vivir juntos los cinco.

wpid-IMG_20140201_164241.jpg

Su foto más reciente, la semana pasada en el porche de casa.

11 comentarios en “La fauna de mi casa (III): Lara

  1. ¡Me encanta Lara! Y qué penita cuando se escapó… A mi una vez se me perdió de vista mi perro cuando lo sacaba por mi barrio y tras dar varias vueltas buscándolo y que no lo encontraba, me fui para mi piso a llamar al porterillo para pedir ayuda y que alguien bajara (mi padre o mi hermana o mi madre) para buscarlo entre más personas. Cual fue mi alegría, cuando al llegar al portal, ¡estaba él dentro! Se ve que como me perdió de vista, lo que hizo fue irse para casa e imagino que alguien le abriría o se colaría al entrar alguien, que cuando yo me lo encontré estaba ahí ladrando como queriendo salir, pero claro, no podía porque la puerta se había cerrado. Total, que su intención fue volver a casa. Y lo contenta que yo me puse, que iba para el piso casi con lágrimas en los ojos de no encontrarlo y pensando cómo se me había podido perder si hacía un segundo estaba a mi lado. Así que imagino cómo os asustaríais ese día…

    ¡Qué bonita historia! Y tiene cara de buena, Lara.

      • No, vive en casa de mis padres (donde siempre ha vivido) porque yo no estoy en casa todo lo que quisiera y claro, lo pasaría mal, no podría salir a medio día… Una faena para él. Además, es mio y de mi hermana y mis padres lo quieren como si fuera suyo. Sería complicado cambiarle el hogar. Pero lo veo todos los días!!! Yo almuerzo en casa de mis padres casi todos los días entre semana así que lo saco a medio día y paso algo de la tarde allí. Y algún que otro finde me lo he llevado a mi casa para que esté con nosotros. Vamos, que está conmigo mucho tiempo y yo feliz.

  2. Encantada de conocer a Lara!! que bonita es, además tiene cara y gesto de ser súper buena.
    Estoy completamente de acuerdo con lo de que ellos tienen algo especial para «calar» a las personas. A mi me pasaba con Piru. Una vez se llegó a mear solo con ver a uno de mis exnovios. Le vió, se puso a ladrar y se meó. Me quedé sorprendida, no había pasado nunca con nadie esa situación pero mi chiquitito me quiso avisar. Lo malo es que no le hice mucho caso.
    Por cierto ¿tienes una casa grande para poder compartirla con tantos animales?

    • Yo también creo que tienen instinto, saben si alguien es animalero o no y si es de fiar. Lara a veces gruñe flojito cuando ve a algunas personas por la calle, no le gustan. Ah, y sí, mi casa es muy grande. Cabemos de sobra.

  3. Qué bonita! Preciosa!! Y tus gatunos también! Qué casualidad nosotros también tenemos un gato, una gatita y una perra! Hasta coinciden los sexos! Los tuyos son todos preciosos, pero la perra en la foto de perfil está para comérsela. Tiene una cara super expresiva. Para que luego digan que los mestizos no son bonitos!

  4. Ohhh me encanta la historia de como tu chico adopto a Lara, como os enamorasteis en el parque y que se escapase por echaros de menos la verdad es que es para comersela la verdad, tiene mucha suerte de teneros 😉 si que sois una verdadera familia

Replica a Bitxina Cancelar la respuesta