Segunda visita a la matrona

Ya tenía yo ganas de que llegara la segunda visita con la matrona. No es que me preocupara nada en especial, simplemente esta mujer me ha dado mucha confianza y sabía que iba a darme mucha información, las fechas de mis próximas pruebas y, sobre todo, que me iba a dejar muy tranquila. La matrona retrasó mi visita porque estaba haciendo un curso de formación (lejos de molestarme, me causa buena impresión que a su edad y con su experiencia siga formándose, es indicio de profesionalidad) y a cambio nos hizo el favor de recibirnos fuera de su horario habitual de visita, ya que no le quedaban horas disponibles que coincidieran con el tiempo libre de mi marido, al que no dejan salir del trabajo para este tipo de pruebas.

matronaLo primero que hizo fue pedirme los resultados de los análisis para mirarlos con detenimiento. Todos los resultados le parecieron muy buenos, con un único matiz: me comentó que la tiroides suele subir un poco con el embarazo, y que normalmente solo se considera preocupante como para poner tratamiento a partir de 4,00. Mi valor es de 2,75, muy lejos de esa cifra y muy buen valor para una embarazada, pero aún así ligeramente alto. Por eso quiere asegurarse si, como es normal, baja a lo largo del segundo trimestre. Por eso ha pedido un análisis de función tiroidea para la semana 20, y a partir de esos resultados veremos si hay que repetirlo hasta que comprobemos la bajada esperada.

Después de eso, me tomó la tensión (perfecta, 9 – 6) y me pesó. No le preocupa que aún no haya ganado peso, especialmente al comentarle yo que gracias a su dieta he regulado mi estreñimiento y reducido la ingesta diaria de aceite de oliva. Dice que a partir de ahora sí debería ganar algo de peso, pero sin agobiarnos: lo iremos viendo poco a poco.

Después me hizo tumbarme en la camilla para hacerme un doppler y comprobar el latido del corazón del bebé. Tras un buen rato de ruidos extraños, empezamos a escuchar su latido, fuerte y rápido. Fue un momento muy emocionante, aunque nos sorprendió lo rápido que sonaba, ¡como si acabase de correrse una maratón! No hacía más que moverse, de manera que la matrona perdía el latido y tenía que volver a buscarlo muy a menudo. Nos confirmó que todo estaba bien, nos permitió unos segunditos para darnos la mano emocionados y me dijo que podía levantarme.

Después de eso repasó con nosotros las normas de alimentación, nos dio consejos para posibles efectos secundarios en esta etapa del embarazo, nos mandó el segundo o’Sullivan y un urocultivo para la semana 24 y fijó también nuestra tercera visita con ella para la semana 24.

¡Ah! Aproveché para preguntarle por el complejo vitamínico comercial que nos había mandado el obstetra a partir de junio… y nos comentó que ella como matrona no puede contradecir al médico, que esas vitaminas no vienen mal a nadie… pero que con lo que me mande la médico de cabecera tengo cubiertas de sobra mis necesidades, y si surge algo más me mandarán lo que haga falta. A buen entendedor…

En fin, que como imaginaba salimos de la consulta de la matrona muy contentos y muy tranquilos. 🙂

14 comentarios en “Segunda visita a la matrona

  1. Qué bien!! Si es que las matronas si son buenas son mucho más cercanas a veces que los gines… por lo menos, es mi caso. Me alegro de que todo vaya fenomenal y que esteis tan bien. Creo que la tranquilidad ahora es fundamental. Ahora ya sólo queda esperar e ir haciendo pruebas, que son como pasitos que das hacia la meta.
    Lo del peso, yo lo veo estupendo que lo tengas controlado. Si te estás alimentando bien y de forma sana, ya está. No hace falta engordar cada mes.
    Por cierto, quería preguntarte: ¿crees que tus gatitos se han dado cuenta ya de que está el bebé? Yo a los míos no les noto nada, pero sí que he oído casos de gente que dicen que sí que lo notaron.
    Besos!!

    • Creo que aún no sospechan nada. Aunque sí se dan cuenta de que estoy gordita… Hace dos noches Audrey se vino al sofá y mi barriga le pareció el sitio más cómodo. Se puso encima y a amasar… Y Lara, nuestra galga, le ha dado ya varios lametones a la tripa. Purru, la pobre, como es casi ciega, no se cosca de nada…

  2. Qué bien! qué importante es seguir formándose… sobre todo en el ámbito sanitario, que continuamente se satura de novedades, como no estés al día, al final cometes fallos!
    Lo de que no puede contradecir al médico es cierto, pero… esos suplementos no son un medicamento! así que como si te los recomienda la vecina del 5º y decides cambiar de marca, no hace falta que un médico te recete una u otra, porque todas llevan lo mismo. Las más completas llevan más vitaminas, como dice tu matrona, pero a no ser que tengas un déficit (que muy desnutrida hay que estar para ese extremo), todas las que tomas de más por medio de pastillas… las eliminas directamente por orina. 😉

    • Eso mismo me insinuó la matrona, que hiciera lo que quisiera, pero que con el yodo, el ácido fólico y el hierro que me mandarían si fuera necesario (de momento no tengo anemia) tengo más que suficiente, especialmente si, como le comenté, me ha dado por tomar vasos de leche fría (varios al día) y fruta y verdura para parar un tren. ¡Me lo pide el cuerpo, y eso son vitaminas y calcio!

      Del obstetra lo que me molestó es que no me dijo que me tomase un complejo vitamínico más completo, por ejemplo tal o cual. Me recomendó una marca concreta, y me lo dijo con la seriedad con la que un médico prescribe un medicamento. Me hizo sentir mal, porque si yo tuviera menos formación o menos curiosidad le habría hecho caso sin rechistar, y creo que lo que llaman el embarazo respetado se basa en una buena información de los padres. En realidad, todo el sistema sanitario se debería basar en esa ley: el paciente debe estar informado y conocer sus opciones SIEMPRE. ¿No crees?

      • Ay… no sabes que los de esa marca muy probablemente le financiarán varios cursos y congresos? (para que te hagas una idea, un congreso médico ronda los 300-600€).

        Cuando estás en la consulta vienen comerciales de suplementos como estos, de laboratorios de conservación privada de cordón, de cosméticos anti estrías, hidratantes vaginales, suplementos de fitoestrógenos y soja para menopáusicas… si cambias a su producto y con tus recomendaciones, ellos ven que en esa zona han aumentado sus ventas, obtienen algunos beneficios.

        No puedo afirmar que este sea el caso de tu médico, pero es algo tan a la orden del día, que no me extrañaría nada (no hay más que pasarse por cualquier pasillo de consultas externas de un hospital para ver a varios señores trajeados con maletín).

        De hecho si lo que te dio no fue un papel con el nombre del suplemento, sino una caja de muestra, blanco y en botella. Las muestras únicamente se obtienen por medio de representantes farmacéuticos. La seguridad social no ofrece muestras de ningún tipo.

        Entiendo que si 2 marcas llevan lo mismo y cuestan lo mismo, te haga esa recomendación, pero previamente informándote. Me parece una simple cuestión de ética y de respeto a la autonomía del paciente.

        Hice un estudio de investigación durante 2 años sobre los complementos nutricionales del embarazo y me sorprendió ver cómo algunas de las marcas más caras del mercado no llegan ni si quiera a los 200 microgramos de yodo aconsejados por la OMS… cosa que sí hacen todos los baratos.

        (Vaya chapa te he metido!!)

    • A mí tampoco me lo han prohibido, aunque lo tengo que congelar antes. Aún así a mí no me gusta demasiado… no lo como desde Navidad, porque no me apetece.

  3. ¡Genial todo entonces! La verdad es que las matronas dan mucha confianza y se está muy agusto con ellas. Yo sólo visité a la mía una vez, pero era encantadora. Ahora me he cambiado de médico, por lo tanto, de centro de salud y me tocaría otra matrona, pero estoy segura de que será buena gente 😉

  4. Qué bien marcha todo!!
    Veo genial que lleves controlado el peso. En cuanto tu bebé empiece a ganar peso y tamaño, ya engordarás algo. Además, llega un momento que va muy rápido, de pronto te dicen que pesa 400 gramos y hacía nada eran apenas 100. ☺️
    Recuerdo la primera vez que oí el latido de mi pichón… Fue en la semana 9. Es un momento inolvidable. Hay una app con la que se puede oir el latido fetal. Lo usé una vez, por curiosidad, y pude oirlo latiendo rápido jjj. Me dio cosa usarlo más veces (pasarte un móvil x la tripa no debe ser cosa buena).

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